jueves, 3 de marzo de 2011

Capítulo IV: ¡La verdad os hará libres!

Cada vez que me hospedo en alguna habitación del longevo castillo seguntino se repite el mismo sueño. Conduciéndome a una estancia donde aparece ella llorando amargamente. Repitiendo incesantemente entre sollozo y sollozo: ¡Que la luz me conduzca hacia ti! Mostrándose nítidamente tal representación, mas quedando el resto de la ensoñación oscura, envuelta en una densa niebla. Sin embargo, una mesa capta mi atención. En el centro se erige una diminuta pirámide, junto a ella un trozo de papel blanco en el que hay trazada una curva, aparentemente por un compás, y un ángulo recto dibujado presumiblemente por una escuadra. De repente todo se ilumina al salir el astro sol por el Oriente. Es entonces cuando me despierto, no sin antes escuchar unas vagas palabras, transportadas por el viento que a modo de eco misteriosamente pronuncian: ¡La verdad os hará libres! (Leer más)

No hay comentarios:

Publicar un comentario