martes, 3 de agosto de 2010

Capítulo LI: La dimisión de Adolfo Suárez

Una vez aprobada la Constitución Española de 1978 se disuelven las Cortes y se convocan elecciones generales para el 1 de Marzo de 1979. Proclamándose la UCD como fuerza más votada, aunque sin mayoría absoluta. En el discurso de investidura del viernes 30 de Marzo de 1979, el Presidente anunciaría el fin de la etapa del consenso y el camino hacia la consolidación de la democracia, donde se desarrollaran plenamente la tan necesaria labor ejecutiva del gobierno, como la fiscalizadora de la oposición.

El 3 Abril de ese mismo año tendrían lugar los comicios municipales, los primeros de la democracia. UCD consiguió 29.000 concejales. Si bien los socialistas solamente lograron 12.000, gracias a los acuerdos suscritos con los comunistas, que sacaron 3.600 actas edilicias, se hicieron con importantes cotas de poder en las principales ciudades españolas.

Ahora bien, los mayores pesares para Suárez provendrían de su propia organización. Comienza a irrumpir una idea a propuesta, al parecer, de los democristianos, la mayoría natural, que pasaba por la unión con el partido de Fraga. La conformación del gabinete inicial pretendía aunar a las distintas facciones. Erigiéndose un gobierno, con predominio del vicepresidente y amigo de Suárez, Fernando Abril Martorell. En Febrero de 1980 los barones de UCD se revelan contra él en una Comisión Permanente del partido, y elevan sus quejas a Suárez, provocando finalmente su salida. El 2 de Mayo se renueva el ejecutivo. Lo que es aprovechado por los socialistas para presentar una moción de censura, que no prosperaría, pero que dañaría irreversiblemente la imagen del Presidente y contribuiría a minar su moral. Frente a las múltiples vicisitudes Suárez finalmente concebirá como única salida la dimisión, que hará pública el jueves 29 de Enero de 1981. (Leer más)

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