lunes, 26 de julio de 2010

Capítulo XLIX: Los Pactos de la Moncloa

Si durante la etapa de la Transición resultaron destacables las funciones desempeñadas por: Su Majestad Juan Carlos I, el expresidente del Gobierno Adolfo Suárez o Torcuato Fernández-Miranda, entre otros muchos, no menos brillante se mostró la labor de Enrique Fuentes Quintana. Designado por Adolfo Suárez, tras las elecciones del 15 de Junio de 1977, como Vicepresidente Segundo para Asuntos Económicos.

La situación económica del momento era acuciante. La inflación rozaba el 44%. Propiciando el gran endeudamiento empresarial un alarmante incremento del paro. El 25 de Octubre se rubricarían, por parte de los representantes de los principales partidos políticos, los “Pactos de la Moncloa”, ratificados por el Parlamento el día 27. Las medidas adoptadas se encaminaban hacia una reforma fiscal, que evitara el fraude generalizado, tónica hasta aquel entonces imperante. A lo que hay que añadir una política presupuestaria que buscaba reducir el déficit público. Así como la flexibilización del mercado laboral, en pro de crear nuevos empleos. Los resultados no tardaron en llegar, a finales de 1977 la inflación ya se había reducido hasta el 26%, y un año más tarde al 16%. (Leer más)

miércoles, 21 de julio de 2010

Capítulo XLVIII: De la ley a la ley

Otra de las figuras claves de aquel momento es la de Torcuato Fernández-Miranda, autor ideológico de la “Ley para la Reforma Política”, así como facilitador y diseñador del camino que nos conduciría hasta la presente etapa democrática.

Previamente a los comicios del 15 de Junio el gobierno de Suárez legalizará los Sindicatos y reformará la Ley de Asociaciones, al objeto de permitir la participación de los diversos partidos políticos. Aún así se mantendrá el artículo 172.5 del Código Penal, que prohibía las asociaciones que “sometidas a disciplina internacional, se propongan un régimen totalitario”, en clara alusión al Partido Comunista. No obstante, el 9 de Abril, el que será conocido como el “Sábado Santo Rojo”, por coincidir con la Semana Santa, el Presidente decretará su confirmación.

El 15 de Junio tendrá lugar el tan anhelado plebiscito. Resultará vencedora la formación de Adolfo Suárez, la coalición electoral UCD.

El Congreso constituye, el 26 de Julio de 1977, la “Comisión de Asuntos Constitucionales y Libertades Públicas”. Quien a su vez nombrará el 1 de Agosto de 1977 la Ponencia encargada de redactar el proyecto de Constitución.

Documento de gran extensión. A tenor del artículo 1.3: “La forma política del Estado español es la Monarquía parlamentaria.” Nace el Estado de la Autonomías. Otra peculiaridad será el bicameralismo asimétrico de las Cámaras. Por otro lado se definirá el Estado como aconfesional. Debido a su difícil modificación es valorado como un texto rígido.

El rasgo más destacable de la norma jurídico suprema fue su gran consenso, nunca antes se había dado en la historia española tan amplia conformidad en torno a una Constitución. Lo que se logró a costa de la claridad y precisión del documento. Ya desde su redacción, en pro del pretendido consenso, se daba por sentado que habría que recurrir al Tribunal Constitucional ante las controvertidas cuestiones autonómicas.

Otro punto que nos reportará enormes quebraderos de cabeza a la postre sería esa preponderancia que se conferirá a los partidos políticos, a modo de resarcimiento por el ostracismo infligido durante el periodo franquista, derivando en la partidocracia vigente. (Leer más)

domingo, 18 de julio de 2010

Capítulo XLVII: La Transición, Suárez y el Rey

La Transición es el período que acontece desde el fallecimiento de Franco, el 20 de Noviembre de 1975, hasta la aprobación de la Constitución española, el 29 de Diciembre de 1978. Aunque lo más acertado sería incluir igualmente la etapa que abarca hasta 1982, donde se siguen detectando elementos similares a los anteriores. Año este último en el que accede al gobierno el PSOE, tras ganar abrumadoramente las elecciones.

Si primordial fue la figura de Adolfo Suárez, no menos la del monarca Juan Carlos I, que desde el instante inicial en que fue erigido sustituto de Franco en la Jefatura del Estado hizo suyo el deseo de su padre, Don Juan de Borbón (1913-1993), que no era otro que el de instaurar la democracia en España. Plenamente consciente de que únicamente mediante la reconciliación de todos los españoles seríamos capaces de adentrarnos en otra etapa democrática.

Pero la Transición no fue producto de unos pocos, sino de una sociedad entera que estaba decidida a reconquistar la libertad que le había sido usurpada. Porque, parafraseando a Adolfo Suárez: “Hay algo que ni siquiera Dios pudo negar a los hombres: la libertad”. (Leer más)

lunes, 5 de julio de 2010

Capítulo XLVI: La dictadura de Francisco Franco Bahamonde

Muertos los generales Sanjurjo y Mola durante la contienda civil, Franco se erigirá como líder indiscutible de los militares golpistas. Planificadores junto a Gonzalo Queipo de Llano de las actuaciones para derrocar al gobierno del Frente Popular. Convirtiéndose Franco, a pesar de sus vacilaciones iniciales para implicarse en el parcialmente fallido Golpe de Estado, en el jefe y sumo Caudillo de España, encontrándose el resto de los órganos del Estado supeditados a su persona y sólo responsable ante Dios y la Historia. Este periodo se caracterizó por la férrea defensa del totalitarismo en contra tanto del liberalismo, como del comunismo.

El rechazo de Franco por cualquier atisbo liberal era máxime, por lo que no optó, como otras veces aconteció en nuestro pasado constitucional, por elaborar una norma jurídica suprema, al atribuirle una connotación democrático-liberal. Decantándose por construir la estructura jurídico-política mediante siete leyes fundamentales, aprobadas entre 1936 y 1975: el Fuero del Trabajo, la Ley Constitutiva de Cortes, el Fuero de los Españoles, la Ley de Referendo Nacional, ley de Sucesión a la Jefatura del Estado, la Ley de Principios fundamentales del Movimiento Nacional y Ley Orgánica del Estado.

La falta de adaptación del Régimen a los nuevos tiempos, fueron erosionándolo poco a poco. Franco moriría el 20 de Noviembre de 1975, asumiendo sus funciones Don Juan Carlos. Convirtiendo en realidad sus palabras alumbradas muchos años antes, cuando dijo a sus generales: “Yo no haré la tontería de Primo de Rivera. Yo no dimito; de aquí al cementerio.” (Leer más)